La Asociación de Servicios de Prevención Mancomunados Agrarios, Agropreven, que representa a más de 10.000 empresas asociadas y cerca de 30.000 trabajadores agrarios, viene denunciando la alta tasa de mortalidad en accidentes por vuelco del tractor en España.
La siniestralidad en el sector agrario no cesa, si hacemos una estimación de los accidentes laborales ocurridos por vuelco de tractor desde el año 2009 hasta hoy, la cifra media anual resulta escalofriante, 72 accidentes mortales. Los datos reales son todavía más elevados debido a que muchos de los accidentes producidos en el sector Agropecuario no son declarados ante la autoridad, con lo que no se contabilizan en las estadísticas de siniestralidad laboral. De ahí que los resultados finales sobre las mencionadas estadísticas sean parciales, ya que falta incluir muchos de los accidentes o incidentes que se producen en el devenir diario laboral en el campo debido a los accidentes sufridos por familiares de titulares de explotaciones que no están dados de alta, jubilados, personas que realizan actividades agrarias complementarias a su actividad principal…
Sin embargo, como ha sucedido en otras ocasiones, la agricultura y la ganadería siguen siendo un sector olvidado, por lo que estos datos siguen pasando desapercibidos, sin que ninguna administración ponga sobre la mesa no ya soluciones, sino un interés real en analizar las causas de esta mortandad y poner medidas para frenar en seco una situación inadmisible.
El comienzo de año, tampoco ha sido muy positivo, ya que lo poco que llevamos de él han ocurrido tres accidentes, uno de ellos en Murcia con el resultado de un hombre herido de 72 años atrapado bajo el tractor y otro dos accidentes mortales, uno de ellos en Cuenca con el fallecimiento de un hombre de 52 años, y el otro en Puebla de Guzmán (Huelva).
Desde AGROPREVEN se hace un llamamiento a las empresas agrarias para que extremen la prevención y a todos los fabricantes para que implementen la seguridad en sus vehículos. Tanto fabricantes como administraciones deben implicarse en solucionar este problema que pasa por la implantación obligatoria de sistemas automáticos de protección y por la prohibición de sistemas plegables manualmente, puesto que nunca están desplegados en el momento del accidente. Las estructuras automáticas de despliegue y protección antivuelco, que se despliegan o se expanden en el momento del accidente, evitarían el aplastamiento y, en la gran mayoría minimizarían las graves consecuencias de este tipo de accidentes, tan habituales en las tareas agrícolas.